En julio, comenzamos a financiar a nuestro primer cliente en Bolivia, nuestro quinto país en menos de 18 meses. Hablemos sobre cómo esto afecta a los pequeños agricultores en la región.
Nuestro cliente exporta de 800 a 1200 toneladas de quinoa producida por agricultores pequeños en las regiones áridas de Oruro, donde se habla Quechua y Aymara además del español, y en Potosí, conocida por sus famosas minas de plata. La quinua es un cultivo básico en Bolivia y tiene una gran importancia cultural, nutricional y económica en el país.
Con más capital de trabajo, nuestro cliente planea expandirse, lo que a su vez brinda a los agricultores pequeños una mayor independencia financiera. Esto les permite apoyar a sus familias, invertir en educación, atención médica y diversificar sus fuentes de ingresos.
Por no mencionar que, aunque históricamente la agricultura ha sido una industria dominada por hombres, nuestro cliente trabaja con más de 60 mujeres para producir la quinoa que financiamos. Su papel es fundamental en la selección y cultivo de semillas, la cosecha y la limpieza de productos que luego se exportan a Canadá, Estados Unidos y Europa.
En Finanex creemos firmemente que la forma más efectiva y sostenible de ayudar a los pequeños productores en áreas remotas es empoderando a los exportadores que compran sus productos. Los exportadores están trabajando codo a codo con los productores, hablan el mismo idioma y están integrados en las comunidades locales. En términos prácticos, los exportadores apoyan directamente a los agricultores con quienes trabajan mediante capital y asistencia técnica.
Estamos orgullosos de construir y crecer en algunas de las áreas más remotas de América Latina